No se bien si hablar de suerte o de desgracia
Cuando miro con nostalgia hacia el pasado
Y me pierdo una vez más entre las casas
Del patio vecino en el que me criaron
Humedades y paredes encaladas
Junto a suelos de cabiche ornamentadas
Como engalanaos
Mi infravivienda vendita
Y aun estando apuntala
Supo aguantar
Supo aguantar
Y resistir la tempestad
Lavaderos con lebrillos
Pa enjuagar la dignidad
Y enjabonar las miserias
Corredores de chiquillos
Con maderas astillas
Aderezaos con macetas
Escaleras desgastadas
Y baldosas despegas
Nunca fueron un motivo
Para que aquellos vecinos
Con humildad y cariño
Combatieron juntos la necesidad
Donde solo había una cocina
Pero el fuego se compartía
Para que no faltara en la vida
Nunca jamás
Nunca jamás
Una comida
Donde sus puertas abiertas
Con las cortinas corrías
Cuidaban de los chiquillos
Como en una guardería
Un barreño como baño
Y una única letrina
Un parchís de media tarde
Un café y un viejo cante
Hasta las claritas del día
Donde un salón
Lo mismo te servía pa estudiar
Que pa ver la televisión
Para el almuerzo, pa la cena
Y hasta gracias a un colchón
De dormitorio para toda una familia
Donde el amor
Se daba sin mirar
El apellido que tenias
Donde nuestros abuelos
A tu vera se morían
No se si es suerte o desgracia
Solo sé que ahora en mi casa
La verdad
Con todo el lujo y la comodidad
No se quien vive enfrente mía
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