Manuela peina sus
canas
Sentada frente al
espejo
Y en cada cana una
historia
Le trae a la
memoria
Le invoca un
recuerdo
Manuela peina sus
canas
Y mientras tanto
hace tiempo
Hasta que llega
Samina
Que todos los días
Le vende su tiempo
Suena la llave en
la puerta
Tras la puerta van
sus pasos
Tras sus platos un
platito
De brillante
claridad
Mantequilla y pan
caliente
Brisa de café en
sus manos
Ahuyentando los
demonios
De la ardiente
soledad
Manuela peina sus
canas
Sentada sobre el sofá
Y en su eterna
rutina
Contempla a Samina
Que le arregla la
casa
Y le da compañía
Le cuenta una
historia
De tierras lejanas
Y desconocidas
De cuando su sueño
Fue nuestro país
Y un desierto
interminable
De fronteras con
puñales
De soñar para
sufrir
Aguas negras
Y abismos sin fin
De romperse la
alegría
De rodillas en la
orilla
De una playa de
Conil
Y ahora que todo
tiene un porque
Le acecha la
amenaza
De tener que
volver
Sin sueño, sin trabajo
Y sin papeles
Dejando a Manuela
Frente al espejo
Peinando su pelo
Preguntando porque
no viene
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