Ni dios padre, ni
el diablo, ni el dinero
En el mundo solo
manda
El implacable
emperador, el bandolero
El verdugo justiciero,
el más viejo y el más joven
Y que nunca me lo
roben, que no tengo más que a el
En el mundo manda
el tiempo
Que es el único
inmortal
Que va poniendo en
cada espacio, cada cosa
El que todo lo
destroza o convierte en realidad
El sueño de cada
hombre
Siempre ha sido
detenerlo
Pero nadie sabe
dónde detenerlo de verdad
Y por eso vida
mía, yo jamás lo detendría
Porque nunca la
alegría
Dura un día sin
dolor
Ni duran nunca el
amor, y si dura se marchita
Ni las noches más
bonitas duran un amanecer
Ni durara un
amanecer
En la escollera,
en cortadura
Más de lo que
tardan las noches
En volvernos a
traer a la luna
Y por eso vida mía
Yo jamás lo
detendría
Aunque tal vez
Si yo pudiera
algún instante detener
Y hacer con él la
eternidad
Darían el último
tic- tac las manecillas del reloj
Cuando crearon los
malditos mandamientos
Contra los que mil
pecados
Juntos hemos
cometio
Y que son dos
corazones se van al infierno
Que sean el tuyo y
el mío
No hay comentarios:
Publicar un comentario