Tu chiquilla rabalera
Tu esquinita cañonera
Tu guitarrita
canalla
Tu la pobreza en
adobo
Tu la justicia de
Momo
Tu amurallada y
sin muralla
Tu la capital de España
Tu del francés la
migraña
Tú la siesta
platea
Tu medicina salada
Tu bailarina
romana
Tu pasito y
carnaval
Tu apostólica y folclórica
La carne y el
pescao
Tu el vapor de la
habana
Con tanguillo
cambiao
Tu semilla de árbol
loco
Tú la perfecta
imperfecta
Tu africana desteñía
Tu el meridiano de
la alegría
De este planeta
Tu la escala en un
crucero
Tu con tus tripas
abiertas
Tu flamenco
mataero
Tu las rugas a
navegantes
Tu inventora de
palabras
Tu la lluvia sin
paraguas
Tu y el sabido
levante
Tu borracha de
tristeza
Tu los barquitos a
dos velas
Tu pentagrama en
el agua
Corchuela y
semicorchuela
Tú el principio
Y el fin
Tu la luz que
fregona
Pa un país sin país
Tu el sol contrarrestando
El frio del provenir
Tu el beso de la
lengua de la orilla
Tú la humedad
disfraza
Tu esperando a tus
hijos
En el balcón regresar
Tu saltando al vacía
Por el puente
canal
Que maldita
maravilla
Unas correcciones
ResponderEliminarTú, chiquilla arrabalera,
tú, esquinita cañonera,
tú, guitarrita canalla,
tú, la pobreza en adobo,
tú, la justicia de Momo,
tú, amurallá y sin muralla,
tú, la capital de España,
tú, del francés la migraña,
tú, la siesta plateá,
tú, medicina salada,
tú, bailarina romana,
tú, pasito y carnaval.
Tú, apostólica y folclórica,
la carne y el pescao,
tú, el vapor de la Habana,
con el tanguillo cambiao,
tú, semilla de árbol loco,
tú, la perfecta imperfecta,
tú, africana desteñía,
tú, el meridiano de la alegría
de este planeta;
tú, la escala en un crucero,
tú, con tus tripas abiertas.
Tú, flamenco mataero,
tú, la arruga navegante,
tú, inventora de palabras
tú, la lluvia sin paraguas
tú, y el sátiro levante,
tú, borracha de tristeza,
tú, los barquitos a dos velas,
tú, pentagrama en el agua,
corchuela y semicorchuela.
Tú, el principio y el fin
tú, la ilustre fregona
pa un país sin país,
tú, el sol contrarrestando
el frío del porvenir,
tú, el beso de la lengua de la orilla.
Tú, la humedad disfrazá,
tú esperando a tus hijos
en el balcón regresar,
tú saltando al vacío
por el puente canal.
¡Qué maldita maravilla!