Para cantarle al
mundo hace falta una voz
Que cuando cante
se levante y clara suene
Haciendo ruidos de
alegría y de dolor
Tal vez diciendo
lo que al mundo le conviene
Tal vez diciendo
lo que no
En cambio en estos
tiempos para cantar aquí
De corazón y de
maneras infinitas
No necesitas nunca
nada que decir
Bastan las noches
de bohemia en la Tacita
Y el mundo entero
para mí
Si la vida es la
luna lunera en su cuarto menguante
Y las cosas que
son pasajeras son poco importantes
Hago así de la
vida un placer
Que es hacer lo
que dicen que no debo hacer
Y compruebo que el
hombre no sabe
La vida tan bella
que deja de lado
Si la vida es como
una aventura
No hay mayor
fortuna que vivirla bien
Y por eso mi reino
no es lo que tengo
Sino lo que hago
Y por eso en estos
tiempos para cantar aquí
De corazón y de
maneras infinitas
No necesitas nunca
nada que decir
Bastan las noches
de bohemia en La Tacita
Y el mundo entero
para mí
Yo soy como la
luciérnaga
Que necesita la
noche
Para brillar y
vivir
Y a mí callada
manera
Saben que soy tan
feliz
Que, de los reyes,
cualquiera
Se cambiaría por
mí
Que, de los reyes,
cualquiera
Se cambiaría por
mí
Se cambiaría por
mí
Se cambiaría por
mí
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