Mi tierra tiene un
veneno que sale por carnaval
y si te muerde mi tierra
se te envenena la sangre
No importa cuál
sea tu barrio
Tu escuela y tu catedral
Tu condición, tu
bandera
Tu religión o tu
padre
Misteriosa,
lentamente y en silencio hace como la marea
Va encharcándote y
llenándote lo más escondidito que te queda
Te atraviesa hasta
los clavos de los huesos
Sin permiso y con
maldad
Se emborracha en
las tabernas de tu alma
Y paga con tu
libertad
Y de pronto
Tu vientre es un bombo
Tu boca, un
platillo
Y tu pecho un
estadio
Tu garganta, un
quejío
Tu sangre, agua
salá,
Tu espalda es un
Nazareno
Tu corazón, un
capitán.
Y tu capitán…
veneno.
Y cuando tienes el
veneno tan dentro de tí
Sólo te queda
volver a nacer
O morir
El mar, la mar, el mar de Cádiz
Es la pasión pura
y primera
Que a un gaditano
cualquiera
Desde niño tantas
veces
Lo fascina, lo
estremece
Lo enloquece y lo envenena.
Descalzo frente al
horizonte
Correteando ante
el Atlántico
Investigando en
las arenas
Tirándose desde los puentes
De la Victoria a
la Caleta
Alzando el puño en
cada roca
Bailando con cada
sirena
De la
Caleta a la Victoria
Y haciendo lances
con las cañas
Atragantándose se
sol y sal
Bendita el agua y
su importancia
Que es el veneno
de la mar
Recuerdo que me
contaron
La historia de
Jesucristo
Un redentor por lo
visto
Que por eso lo mataron
Y con su muerte
fundaron
Una religión que espanta
Pero que al pueblo
acercaron
En cada Semana
Santa
Y quién sería ese
hombre
Que en la Plaza de
Palillero
Vestido de
Nazareno
Sobre un calvario
de flores
La gente por los
balcones
Le derramaban saetas
Como si fuera una
fiesta
En el honor a los
dioses
Y en religioso
respeto
Supe que por
aplausos
Ese que iba en el
paso
Era el alcalde
perpetuo
Coño con el Nazareno
Que me clavó en la retina
Su gran corona de
espinas
Como un divino
veneno
Nunca pierdo la
esperanza
Porque el Estadio
Carranza
Desde niño me
enseñó
Que en esta mi
segunda casa
La alegría siempre pasa
Por la guasa y el
por el gol
Y oliendo a fresca
y verde hierba
Aparecía por la
izquierda
Un mago de San
Salvador
Qué importa quién
sea Presidente
y que se salve en
promoción
si más leal que su
afición
No habrá jamás
tanta gente
Me han dicho que
el amarillo está maldito
Y tu boca un platillo
y tu pecho un estadio
Y no venimos a
emborracharnos
Y el resultado no
nos da igual
Pero el veneno más
ladrón
Que un día hasta
mi corazón
Se me clavó como
una lanza
Me lo encontré en
un callejón
Haciendo chibiri
pon pon,
Con un platillo, y
un pellejo y una masa.
Mi novia que nunca
se casa
Ni conmigo ni con
Dios
Cuando la carita
me vió
Me dijo ¿qué es lo
que te pasa?
Y para mí lo
levantó sola del suelo
Y me lo reguindó a
las alturas del cuello
Diciéndome este es
mi amor
Capitán veneno, veneno
Carnaval
Llévalo contigo y
anda
Que en la plaza
hay una banda
Que se llama
libertad
Tengo que defender
a mi tierra
De lo que viene de
dentro
Y de lo que viene
de fuera
La tengo que
defender
Y aunque en la
vida me vaya, mi tierra
La vida prefiero
perder
Por defenderla
De las manos
blancas
De las manos
negras
De los canallas
De los profetas
De los alcaldes de
playa
Que están enfermos
de piedra
Ya no valen las
murallas
Las murallas
tienen grietas
Y penetran hasta
el Falla
Versos de falsos poetas
Por defenderla
Bendito sea este
veneno
Que me desató las
manos
Haciéndome el
hombre más libre
Que se vende en
gaditano
A su manera
Bendito sea aunque
la sangre
Me rebose en cada
herida
Y en cada golpe de
platillo deje un golpe de mi vida
Carnavalera
Nunca te dire, oh,
tierra mía volveré,
Porque el veneno
me encadena y de tu vera no me voy
Y como yo soy el
capitán, y este veneno es mi pasión
El día que mi corazón
llegue a su sílaba final
La multiplicaré
por un millón
De carnaval
Dicen que el
pueblo que canta
pueblo que espanta
sus males
Por eso a Cádiz le salen
Los males por la
garganta
Y hace una banda
Que es esta banda
De Carnaval
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