Queridos padres,
que sepáis...
Así comenzaba la
carta.
Pedir perdón ya no
hace falta,
Lo siento pero es
lo que hay.
Mis dos anillos se
los dais
A los que lleven
la pancarta.
Solución, para
buscar la redención,
Habrá otra
manifestación,
Pues mis anillos
se los dais
A los que lleven
la pancarta.
Dicen que estudiar
Te hace un hombre
más fuerte
Y con más futuro.
Pero el colegio a
mi...
Me hizo un niño
tan débil
Que en vez de
llegar
Esperaba salir
Y mi padre no
estaba nunca
En esa puerta.
Ahora que no se
acuerden de mí
Que prontito sentí
Mis esperanzas
muertas.
Yo supe
escribiendo un cuaderno
Lo que es el infierno
De vuestra
sociedad.
No tuve quien me
defendiera...
Y cuando de mí se
rieron
Mis mal llamados
compañeros
Y en los pasillos
me pegaban,
El más cabrón
luego venía
Y amenazando me
decía
Que era peor si me
chivaba.
Se lo conté a un
profesor de religión
Que yo creía que
por eso de enseñar la religión
Era más divino y
humano que los niños
Y maestros que yo
entendía culpables.
Y me dijo mira los
caminos del señor
Siempre han sido y
son inexpugnables
Pues hasta nunca
digo novia, amigo y profesor...
Mi padre
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