Mientras llenaba
un simple vaso
Pensé en la fuerza
que tenía
El agua en todos
sus estados
Es la esencia y es
la base de la vida
Es la autopista
del estrecho
Bautiza el alma
del cristiano
Y coquetea con el
cielo
Devolviendo como
lluvia lo robado
Meca de los
campesinos
Oro y tierra
marginales
En la dulce de los
ríos
La salada de los
males
La que envuelve y
luego rompe
En el milagro de
la vida
Es la lágrima que
muere en la mejilla
El jugo que
guardan los montes
Y abraza en tres
cuartos
La faz de la
tierra
La única y última
bala
Que da a los
humanos la supervivencia
Ese humano que aun
asi la desperdicia
Que la derrite
La contamina
Pero ella da lecciones
regalándonos la vida
Y siendo la que
apagaba
El fuego que un
malnacido
Encendió en
Portugal, el Galicia y Doñana
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