Cuando el susurro
de la brisa
Se va meciendo
suavemente
Se va forjando en
melodías
Los compases que
descansan en mi mente
Cuando el verano
ya agoniza
Junto a las tardes
que me pesen
Dejando a la
melancolía
Dibujar el
pasodoble que mereces
Y renace en mi
garganta
La ilusión de un
nuevo año
Y en la voz me
dejo el alma
Que quien sabe es
par rabiarlo
Sin saber de dónde
sale
Vino a verme una
mañana
Esa musa que no
busca nada a cambio
Mecido, suave,
sentido
Con arte
Que ansió tenerte
en mi boca
Besarte, soñarte,
cantarte
Gritarte,
atraparte
Porque eres mi
copla
Esa copla que me
envuelve y me apasiona
La que te entrego
Cádiz del alma
Después de darle
vida
De quererla
Y de mimarla
Mi relación
consumada
La del compas
gaditano
Con un sevillano
que muere en tus tablas
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