Vivió el terror
Cuando solo era
un niño
Vivió el dolor
Como un castigo
divino
Todas las noches
a los infiernos
Se asomaba
Cuando venía el
diablo
Que vestía de
sotana
Sufrió el
silencio
El de la iglesia
Que ocultaba
pederastas
Porque era pobre
Y su familia no
podía denunciar
Y el cardenal solo
dictaba
Que es cristiano
perdonar
Lejos de perder
la fe
Siempre a su
biblia encomendado
En Dios
encontraba calma
Y las penas de
su alma
Las aliviaba
rezando
Por su infancia
y lo sufrido
Decidió ser
sacerdote
Y ser el Ángel Caído
Que gritara ante
el olvido
Del abuso de
menores
Su parroquia el
altavoz
Contra el crimen
más atroz
Y el silencio
Se hizo un rayo
Destapando las
vergüenzas
Y los miedos
Descargando
Contra curas
confidentes
Que callaron
Ahora que ya soy
obispo
Cárcel a esos
asesinos
Por las vidas que
arruinaron
Por las vidas
que arruinaron
Y porque soy ese
niño
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